Miércoles 6 de julio de 2011
Tras varios días de trote continuado, por fin esta tarde hemos podido disfrutar de unas horas de relax. Hemos aprovechado para bajar al pueblo de South Orange, que se encuentra a pocos minutos del campus.
Bajo un sol radiante hemos recorrido sus calles sin encontrar ninguna tienda donde mereciera la pena entrar.
De repente se ha puesto a llover así que hemos decidido merendar en una pastelería muy mona. Viendo las fotos quizás os parecerá que las estoy mimando demasiado. Lo cierto es que las chicas se están portando muy bien y se merecen un premio de vez en cuando.
No os preocupéis por la foto tras la cinta policial, es solo una broma. Aquí hay muchos detalles que parecen sacados de una película. Sólo tenéis que fijaros en las casitas de madera con su porche típico rodeado de césped. South Orange es un buen lugar de descanso pero nosotras no hemos venido para eso, lo que queremos es volver pronto a Manhattan!!
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